viernes, 11 de julio de 2014

BENCINI KOROLL II: Medio fotograma para el medio formato.

A veces tengo la sensación de que no soy yo el que busca las cámaras....Son ellas las que me encuentran a mi. Por lo menos eso sentí cuando volvía a casa con mi nueva Koroll II.
Aunque para mi el fabricante era totalmente desconocido hasta ese momento he de confesar que su diseño me atrajo desde el primer instante, eso unido al escaso valor que le había dado el vendedor y su buen estado fueron suficientes motivos para darle otra oportunidad.

Koroll II es una cámara fabricada por la desaparecida Bencini, este fabricante afincado en Milán apareció a finales de la década de los 30 y estuvo funcionado hasta finales de los años 80.
Durante ese periodo, en el que también sufrió cambios de nombre, tocó prácticamente todos los formatos....127,120,126,135,110,rapid,super 8....Como curiosidad decir que durante la segunda guerra mundial cesó la fabricación de equipos fotográficos y se dedicó a las bicicletas y a componentes aeronáuticos, retomando la producción de cámaras una vez terminada la guerra.
La discontinuación por parte de Kodak en 1984 de todo lo referente al super 8 menos de los consumibles, que a día de hoy y de una manera casi testimonial todavía continua, supuso un duro golpe a la compañía italiana que había apostado casi es su totalidad por el formato bajo el nombre de COMET,pocos años después desaparecería sin dejar rastro.

Hay un par de cosas que me llamaron la atención de la Koroll II. Lo primero fue la extremada robustez de su cuerpo. Una sola pieza de aluminio fundido que otorga a la cámara estar dentro del grupo de las indestructibles, es de ese reducido grupo al que una caída en el suelo de la cocina casi asegura la rotura de la baldosa.
Otra de sus características, y para mi la mas interesante, es el reducido tamaño de esta cámara de formato 120. Tiene una explicación lógica, su ventanilla es de 3x4,5 cm lo que permite hacer 24 exposiciones en un rollo y aunque parezca poca superficie la imagen tiene el tamaño aproximado de lo que seria un negativo de 35mm incluyendo la parte perforada.
Al no ser una ventanilla "normal" el sistema ideado para exponer la película no deja de ser curioso. La tapa trasera, también de aluminio fundido en una sola pieza, dispone de dos ventanillas centrales por las que la numeración del rollo va pasando. Cuando el numero aparece en la ventanilla izquierda la cámara estará preparada para exponer y cuando ese mismo numero vuelve a  aparecer en la situada a la derecha es cuando vuelve a estar en su posición correcta para una nueva exposición. Este ingenioso sistema tiene un pequeño defecto, el nervio entre fotogramas es tan delgado que una pequeña variación a la hora de ir pasando la película solapa las imágenes, aunque realmente la importancia es mínima y no influye de manera decisiva en la fotografía.
Como en la inmensa mayoría de cámaras, el mismo modelo sufre pequeñas variaciones bajo el mismo nombre, esta en concreto dispone de 4 velocidades de obturación, posición B,1/30,1/60 y 1/125. Su lente es algo oscura....Con una apertura máxima de F:8, que aunque parezca poco se entiende debido al tipo de enfoque que tiene, totalmente a ojo. La ventanilla solo sirve para encuadrar y el anillo de enfoque lo tienes que ajustar según tu criterio sin ningún tipo de ayuda, pudiendo hacer foco desde 1,2 metros a infinito. Evidentemente en esta cámara la profundidad de campo juega un papel decisivo en la nitidez de las imágenes, disponer de un f:4 o menos sin tener la posibilidad de afinar en el enfoque solo conseguiría encarecer el precio de la cámara otorgándola posibilidades difícilmente aprovechables.
Lo que menos me ha gustado de este modelo ha sido la ventanilla de encuadre, algo pequeña y que te obliga a "rebuscar" con el ojo las esquinas de la imagen para poder verla en su totalidad, aunque también es cierto que la imagen que ofrece el visor es bastante fiel a la imagen expuesta.
La lente que lleva montada es una Bencini acromático 55mm, lo que en formato 135 podía traducirse en un 40mm, quizás algo menos....un 38mm.
Entendiendo acromático por la capacidad que tiene la lente para no descomponer la luz blanca cuando esta atraviesa el cristal he de reconocer que no he podido comprobar dicha característica al realizar las fotos únicamente con diapositiva cruzada, por lo que las variaciones del color estaban aseguradas.
Este modelo, aparecido a principios de los años 60, es un buen recurso por su reducido tamaño teniendo en cuenta el formato que usa, ligeramente mas alta que una telemétrica de 135 y con la capacidad de estirar un rollo de 120 hasta las 24 exposiciones, es una buena herramienta para los usuarios de medio formato. Quizás no sea una cámara muy rápida a la hora de realizar las tomas y que su visor sea algo incómodo ,pero con una calidad mas que aceptable, sencilla, totalmente manual y con capacidad para ponerle un disparador mecánico y zapata para flash de esos que se sincronizan mediante un cable que se acopla a un conector situado en el cuerpo de la lente la convierten en la cámara perfecta para lomografos aburridos del plástico y de su sonido pop y que quieren hacer esa travesía necesaria hacia el metal duro.....En este caso el aluminio.
 
 
Fotografias tomadas en película Fujichrome Velvia 50 caducada en 2004. Expuesto y revelado mediante proceso C-41 en Junio de 2014.