viernes, 15 de noviembre de 2013

KODACOLOR II: 30 años despues



Desde hace ya algún tiempo llevo mis fotos en color a positivar sobre papel a la misma tienda, el motivo es muy sencillo. Es el lugar mas cercano a mi domicilio donde mantienen una procesadora para papel en color. En el resto de sitios posibles o bien la desmatelaron en su dia o la cambiaron por esos kioskos digitales donde los pases a papel se hacen mediante impresiones con tinta y no sobre papel fotosensible.
Lo cierto es que con el trato fue surgiendo  una amistad y cuando llevo algo a positivar me dejan asomarme a los controles de la máquina y decidir conjuntamente las modificaciones oportunas de color/contraste para un acabado final acorde a mi gusto.
Curiosamente lo primero en digitalizarse en la fotografía no fueron las cámaras,fueron las procesadoras de papel.
A principios de la década de los 90 fue apareciendo,quedandose totalmente implantado en el mercado con la llegada del formato APS, un nuevo sistema de positivado donde ya no era la luz a través del negativo la que generaba una imagen sobre el papel. El negativo era previamente escaneado y una vez corregido el color/contraste la imagen generada sobre un monitor LCD exponía a modo de "copia de contacto" dicha imagen sobre el papel que una vez revelado ofrecia la copia positivada.
Asi que después de todo el proceso que conlleva la captura de imágenes con el sistema tradicional sería el balance de blancos de un monitor el que, en ultima instancia, decidiría el aspecto final de la imagen..... en fin.

En una de mis recientes visitas a la tienda la persona que la lleva me invitó a dar una vuelta por el escaparate ya que había dedicado un rinconcito al "mundo analógico". Su padre, fotógrafo ya jubilado, tenia una buena colección de cámaras y había rescatado algunas del olvido para la decoración del mismo. Entre todas las allí expuestas había una que destacaba por mérito propio, nada mas y nada menos que una gigantesca telemétrica Fujica con ventanilla 6x9. Un monstruo.
Abusando de confianza le pedí que me la dejase tocar y muy amablemente la sacó del escaparate.
La Fujica estaba hecha polvo, aunque la había limpiado para la ocasión parecía sacada de un pantano....Me dijo que llevaba muchísimos años en un sotano,entre telarañas.... A mi se me partió el corazón.
Lo primero que hice fue abrir la cámara y...¡Oh! ¡sorpresa! ¡había un rollo ya expuesto en su interior!. La cámara parecía atascada, pasaba el carrete pero el obturador abria o no según le pareciese.
El rollo de película era un Kodacolor II de formato 120, la cámara aceptaba tanto ese formato como el 220 y como en esos días andaba yo revelando C41 en casa me ofrecí a procesarlo, la curiosidad le pudo y aceptó.
Kodacolor II marcó un antes y un después en la historia de la fotografía por ser la primera emulsión diseñada para el proceso C41. Tecnologias para la obtención de color en fotografía ha habido muchas y muy diversas a lo largo de su historia pero lo que ofrecía esta a diferencia de su predecesora, conocida como C22,era un salto gigante por muchos motivos. Lo primero que cabe destacar es la desaparición del revelado de componentes bastante nocivos en beneficio de otros menos agresivos con el medio ambiente. También se conseguía revelar a mas temperatura lo que repercutía en los tiempos de procesado haciéndolos mas breves, con lo que la cantidad de metros procesados/hora aumentaba considerablemente. Otro de los grandes avances del C41 es la estabilidad de los colores. Las películas para C22 pecaban de la falta de la misma y sus colorantes se desvanecían relativamente pronto.
Mis experiencias con película C22 han sido pocas y con resultados muy malos, siempre sin imagen, menos en una ocasión que conseguí alguna con unos colores muy pobres,casi desvanecidos.
Revelar película C22 con química C41 no es lo mas razonable pero para hacerlo tiene que ser a menos de 30ºC porque a mas temperatura la emulsión se caería del soporte y tener muchísimo cuidado a la hora de manipular la película mojada, este tipo de emulsiones se hinchan muchísimo con la humedad, es impresionante la cantidad de química que absorben.
Kodacolor II fue introducida en el mercado a principios de la década de los setenta y discontinuada en 1982. Los procesos C22 y C41 convivieron durante unos años hasta que finalmente en 1977 la producción de películas para C22 finalizó.
Ahora tocaba revelar el rollo de la mejor manera posible y para ello tenia que empezar a recopilar datos para ajustar al máximo su proceso.
 
Lo primero a tener en cuenta era sus condiciones de conservación... Una cámara abandonada en un sotano, alejada de cambios bruscos de temperatura, quizás podría haber sufrido la temible humedad pero el buen aspecto de su interior, carente de olor a humedad y de hongos en la lente me hacían pensar en que, lejos de ser las mejores condiciones, algo de imagen latente podía quedar allí todavía.
Otro de los factores a tener en cuenta es el fotógrafo....Evidentemente iba a ser una película expuesta correctamente y dentro del periodo óptimo de utilización de la misma. Al tratarse de un profesional del sector los carretes siempre serían de reciente fabricación y correctamente conservados por lo que feché ese momento entre los años 1980/83.....mínimo 30 años desde que vió la luz a través de la lente, todo un reto.
Con esta información me decidí por un revelado en caliente pero ligeramente por debajo de los 38ºC para poder alargar el procesado un poco y dejar actuar durante mas tiempo la química sobre la emulsión con la esperanza de que la imagen se generase mas lentamente y que fuese la propia química la que actuase por encima de su temperatura, también alargué deliberadamente el proceso buscando el "forzado" de la película, prefería pasarme por arriba que no llegar.
 
Una vez terminado el proceso había buenas y malas noticias.... Lo cierto es que la imagen estaba y estaba bien, el problema es que la cámara ya tenia averia el dia que se expuso el rollo y las pocas imágenes que tenía estaban solapadas unas con otras, la cámara no hacia avanzar la película en su totalidad y en muchas de sus exposiciones tampoco abrió el obturador.
 
El negativo se veía bien, una densidad buena con una imagen correcta en exposición y fino detalle. Cabe destacar el color del negativo, no tan anaranjado como el actual, de aspecto mas marrón.
No fuimos capaces, ni siquiera su autor, de averiguar el sitio que aparece en las fotografías....¿Habrán crecido mucho los arboles?