Las cámaras desechables o de un solo uso al parecer no son un invento de hace unos pocos años. Buscando información encontré una primera reseña a finales de los años cuarenta aunque lo cierto es que su popularidad la adquirió a principios de la década de los noventa del siglo XX.
Se podrían dividir en tres tipos, con flash,sin flash y acuáticas.
A dia de hoy parecen tener poco sentido pero en su dia eran un buen recurso si habias olvidado la cámara o agotado las baterías. Su distribución en masa, mas alla de las tiendas de fotografía las convertían en algo relativamente fácil de adquirir.
Cargadas con película de un iso elevado, 400 o incluso mas y con un numero de exposiciones que variaban según modelo,llegando a las 40 en algunos casos.
Como en cualquier objeto de consumo en el caso de las cámaras desechables también hay calidades, normalmente se las achaca la falta de la misma, cosa que es cierta, no son cámaras de alta gama pero los modelos fabricados por Kodak como por Fuji son mejores que muchas de las cámaras lomográficas,tanto en la calidad de la lente como del cuerpo.
En general todas llevan una lente angular y un diafragma pequeño, lo que otorga una profundidad de campo bastante amplia, y que unido a la velocidad de la película incluida en su interior junto con esos días soleados de verano aseguran la tipica fotografía enfocada desde un metro al infinito.
El mayor problema de las desechables es la cantidad de fabricantes chapuceros ajenos al mundo fotográfico que se unieron al negocio inundando el mercado de modelos de bajísima calidad.
Otro de los problemas que tienen este tipo de cámaras es que para reducir costes de fabricación ningún modelo tiene posibilidad de rebobinado de la película. A diferencia de las cámaras normales el carrete incluido dentro esta fuera del chasis enrollado sobre si mismo.Es en el momento en el que fotografiamos y pasamos a la siguiente exposición cuando vamos metiendo la película en el chasis.
Este sistema desprotege la película y si las condiciones de almacenaje de la cámara no han sido muy correctas su resultado final se verá seriamente perjudicado.
En la actualidad cualquier usuario de fotografía tradicional rechazaría este tipo de cámaras, si acaso la compra de alguna acuática podría ser interesante en el supuesto de que el fotógrafo careciese de equipo destinado a tal uso. Pero a dia de hoy, tal y como están las cosas en la fotografía tradicional, las cámaras desechables pueden ser un recurso interesante.
La compra de material sensible en algunas situaciones puede ser bastante dificultosa pero basta entrar en cualquier bazar de los miles que hay para adquirir un ejemplar y exponer su carrete con nuestra cámara preferida.
Si adquirimos cámaras Kodak o Fuji pagaremos cerca de 10 euros por el carrete pero si conseguimos una de las muchas fabricadas por terceros y que casualmente son las mas fáciles de encontrar su precio estará por debajo de los 5 euros, llegando incluso a los 2,50 euros.¿ Habrá en esta horrible ostra con forma de cámara una perla con forma de carrete? Hay que probarlo......
De todos los modelos me decante por el que mas veces he visto por multitud de bazares de toda España. El modelo en cuestión se llama KT 8008 y aunque el nombre no te diga nada seguro que su imagen la reconoces en cuanto la veas.
Este test lo he hecho dos veces en un espacio de tiempo de tres años con resultados diferentes asi que ire exponiendo las conclusiones de los dos aunque solo de esta ultima vez lo tengo suficientemente documentado.
En ambas ocasiones la cámara estaba dentro de la fecha de caducidad, de hecho esta última caducaba en diciembre de 2015, mas de dos años después de su fecha de compra.
Lo primero es meter el carrete dentro del chasis, para ello hay que hacer todas las fotos sin exponerlas, en oscuridad total o con la lente totalmente tapada.
Una vez rebobinado con cuidado de no meter toda la película dentro, es aconsejable no disparar la ultima foto, toca abrir la cámara.
Después de quitar el carton troquelado que viste la cámara comienzan las sorpresas..... en ambas ocasiones me he encontrado con cámaras desechables previamente utilizadas. La primera vez se veía claramente una desechable de las fabricadas por polaroid, todavía mantenía algunos trozos de sus pegatinas originales, esta ultima vez no pude averiguar que fabricante fue el original pero la cámara venia rota y hábilmente reparada con cinta aislante negra y un trozo de carton supliendo una parte rota y ausente de la cámara original, en la foto se puede ver en la parte inferior de la misma. Una vez abierta el resultado ha sido el mismo en ambas, el interior estaba anormalmente sucio, con polvo. Esta ultima vez ha sido exagerado, podias pasar el dedo y dejar el rastro como si de un mueble polvoriento se tratase.
El carrete fotográfico no ha sido el mismo en ambos casos, si el primero resulto ser un carrete Fuji con caracteres japoneses que tiempo después reconocí en una tienda online japonesa y que vendían como película de uso industrial en cajas de 25 ó 50 carretes este último era una especie de carrete recargable de plástico que se abria longitudinalmente, nunca había visto nada igual. Encima únicamente tenia 15 exposiciones.....nada de las 27 prometidas. En el primer ensayo si contenia las anunciadas.
Ahora tocaba su exposición en una cámara fotográfica " de verdad". Estan son las fotografías.
El resultado no es malo del todo en lo que a definición y contraste se refiere lo que indica que si es película de reciente fabricación pero su limitada capacidad de reproducción de los colores es claro síntoma de la baja calidad de la emulsión. Desde luego mejor que el primero al que le achaco la peor conservación del negativo. Esta cámara que compre por poco mas de 2 euros era de las "recién hechas" aunque datos como la suciedad,el cartón o la ausencia de parte de la película virgen indican que el control de calidad de estos productos esta desaparecido por completo.
El negativo carecia de cualquier información marginal , ni numero de fotograma, ni sensibilidad, nada de nada.
También añadir que el proceso lo hice yo junto con otros carretes y que este en cuestión se dobló como una teja una vez seco. De los 6 que revele juntos este se reconocia no solo por su longitud, si no también por su forma, totalmente abarquillada.
La cámara no hace al fotógrafo pero si la fotografía y evidentemente los resultados de una misma emulsión en diferentes cámaras puede variar considerablemente el resultado final.
Utilizar un carrete de una desechable siempre será una lotería, las condiciones de conservación de la misma serán fundamentales, no es lo mismo una tienda que las tiene en el mostrador expuestas a la luz directa que en una estantería resguardadas o un local con aire acondicionado a otro que no.....¿ Merece la pena?.... En este caso en concreto evidentemente no, al final el carrete de 15 fotos salió caro, hubiese sido mejor pagar un poco mas y adquirir el típico Kodak colorplus 200 o un Fuji superia 100 que aseguran 36 exposiciones y unos colores mas ricos aun estando caducados.
Lo cierto es que la posibilidad existe y como último recurso podría sacarnos de un apuro si todas las demás opciones no están disponibles.